La sociedad te reprime,
maneja tu mente.
Te crees libre como pájaro.
Atado al lenguaje
practicas la lengua.
Miras con ojos de otros,
otros que miran distinto.
Mares de gente influyente,
la bruma conciencia.

Juan Ignacio Fernando López

viernes, 22 de noviembre de 2013

Análisis librería del Malba


























Foto: Juan Ignacio Fernando López.

La librería del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) es completamente distinta a la librería convencional. Para empezar, el público que la frecuenta en su mayoría es el que concurre al museo y suelen ser de diversas nacionalidades, por lo que priman los libros escritos en dos idiomas (inglés y español).
Los libros estan en los anaqueles divididos por temas. Arquitectura, diseño gráfico, fotografía, arte latinoamericano, arte internacional, cine, tipografía, teoría del diseño y un pequeño sector infantil. Además tiene unas mesas con los libros más destacados.
Tiene muchos libros importados, que no se consiguen en cualquier librería. Ente ellos están los publicados por la editorial del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA), del Museo de Arte Moderno ( MoMa), por editoriales japonesas como Pie book con el libro “The art of Japanese. Wrapping Fabric”, editorial Actar de Barcelona que publica libros de arquitectura, arte contemporáneo y diseño.
El museo tiene una editorial que lleva el mismo nombre y se encarga de publicar en formato libro la muestra del artista que expone y del que ha expuesto allí, como la obra de Yayoi Kusama, de Pettoruti, entre otros. Publican entre 5 y 6 títulos por año.
A la hora de elegir un libro, a las personas no les basta con mirar la tapa y contratapa, necesitan abrirlo y explorarlo porque son libros que contienen imágenes o libros técnicos con lo que necesitas ver el índice para ver que contenido trae.
Más allá del los libros que tienen, el lugar es sumamente atractivo, tiene unos bancos de diseño en los que te podés sentar a observar los libros con la ayuda de un ventanal enorme por el que entra mucha luz natural y lo hace un ambiente muy agradable para ojear libros.
Nota de color: una nena de unos 4 años le pide a la madre que le lea un cuento que tomó de la sección infantil. La madre comenzó con la lectura y después de un corto periodo de tiempo le dice a su hija que se tenían que ir. Caminando hacia la puerta, la pequeña le dice a la madre “¿Podemos ir a otro lugar así?”. Lo cual le respondió que otro día. Esto lo traigo a colación porque no hay nada que me guste más que las pequeñas personitas les gusten las librerías, elijan libros para que se los lean y que quieran ir a otras librerías más.

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