En las vacaciones de 2014 compré un libro en la feria
de Villa las Rosas, provincia de Córdoba. Se trata de “Andanzas en abarcas”
de Tomás Astearra, libro que lo vendía él mismo. Es un autor que autoedita sus
libros y cuenta sobre viajes hechos por “sudakamerica” (cito al autor). El
libro me gusto mucho y quería regalarle uno a un amigo que está viviendo en
Brasil y vino a pasar unos días a la Argentina. Estaba seguro de que le iba a
gustar. En las páginas finales del libro decía dónde se podía conseguir en
algunas pocas librerías de la Capital Federal. Entre estas estaba El gato escaldado, que queda en
Independencia 3548. Cuando llegue a dicha librería… fue amor a primera vista.
Una librería pequeña del barrio de Boedo que te llama a entrar, desde la vidriera,
con sus cañas, plantas, piedras blancas en el piso y los libros exhibidos en
ella, hasta su interior, donde en los anaqueles no queda ni un mínimo hueco ya
que está repleto de libros.
Los anaqueles de la mano izquierda contienen una
columna de narrativa latinoamericana, dos de narrativa Argentina, tres de
narrativa internacional, una de artes visuales, una de música, una de teatro y
cine. En el fondo contiene libros de política, indigenismo, americanismo e
historia. En la pared lateral derecha del fondo tiene libros de ciencias sociales,
filosofía, ensayo, ciencia. En la mesa donde está la caja registradora tiene
libros del bolsillo, de Losada, colección Docena (libros de fotografía) entre
otros. En la pared derecha en la parte de adelante tiene libros infantiles y
juveniles. También tiene cinco mesas que contienen estantes en la parte
inferior. La primera mesa próxima a la entrada de la librería tiene libros de
ensayos y en sus estantes esoterismo y orientalismo. La mesa a la derecha tiene
libros de poesía. La mesa siguiente a la primera que se encuentra en la
entrada, tiene libros de Anagrama y Tusquets y en sus estantes tiene libros de
cocina educación y maternidad. La mesa que se encuentra a la derecha tiene novedades
de libros de ensayo, en sus estantes libros de flora y fauna, psicología y
crónicas de viaje. La última mesa, la del fondo, tiene libros de ciencia,
matemática y en los estantes tiene libros de salud y autoayuda. También tiene
libros de Eloísa cartonera y libros autogestionados por los autores.
Lo más importante, más allá de los libros que tiene es
el dueño de la librería, Marcelo López, una persona que tiene un verdadero interés
por la literatura, con la que podés dialogar sobre libros, autores y además
hace buenas recomendaciones tomando en cuenta el estilo de lecturas que uno le
cuenta que leyó o está leyendo. Le pregunte qué clase de personas concurrían a
la librería y que libros se llevaban. Me comento que van muchas madres buscando
libros de texto para la escuela, personas que van buscando un libro en
particular, muchos que van observar y deciden en el momento que llevare y otros
que van a buscar cosas raras cómo yo. Esto, lo observé en el tiempo que estuve en
la librería. Por suerte mucha gente entraba con las manos vacías y salía de la
librería con libros en la mano. Una persona le decía que tenía una obsesión por
los libros, que tenía que dejar de gastar en ellos porque se iba a fundir, otra
persona pidió que el recomendara un libro para un niño de tres años, una
persona buscaba libros de cocina, etc.
En unas de las visitas que hice en la librería, llevé
mi libro de fotografías para mostrárselo y comentarle que estaba pensando en
producir unos cuantos para vender en la F.L.I.A (Feria del Libro Independiente y Autónoma). Él observo el
libro y me dijo que cuando lo produjera llevara un par a la librería que me los
iba a vender. También me dijo que me iba a contactar con un librero de San Telmo
que también vende libros independientes.
Si visitan su página web van a encontrar las actividades culturales que se realizan en la librería y las actividades futuras que se van a realizar: http://elgatoescaldado.com.ar/
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